Las cortinas de Daisy

Daisy por ser hábil para escapar, siempre buscaba sitios para salir, la ventana de mi habitación daba al patio, así que en cuanto la ventana quedaba abierta a pesar de existir mosquitero ella se las ingeniaba para meterse, claro detrás de las ventanas estaban las cortinas y eran su gran obstáculo, por ello cada ingreso a mi habitación ella tenía que hacer un agujero para asi caer en la cama que estaba contra la ventana y de esa manera dormir en esa cama, cuando escuchaba que llegaba alguien salía corriendo y se paraba contra la puerta del patio para que la vieran ahí.
El patio del garage antes estaba separado por una puerta baja de rejas con barrotes de unos diez centímetros entre si, lugar por donde cuanto perro pequeño andaba la fuera a visitar en sus celos, hasta una vez la encontramos abotonada con uno de sus tantos novios, en fin de estas hay varias, como estar corriendo los perros que iban de visita.
Daisy, estaba atenta a todo ruido extraño que se producía en casa, era muy buena alerta, y como todo cusquito hacía de muy buena alarma. Nadie pasaba sin ser detectado por ella, a los gatos los odiaba como todo perro, pero era insoportable ladraba hasta que alguien acudía a ahuyentar los gatos.